03 octubre 2010

DENTRO Y ENTRE

Es claro que el hombre tiene su raíz en algo que es social en un sentido escueto y casi insignificante, en lo que el filósofo llamaría la intersubjetividad, o el sociólogo quizá la “sociedad constituyente”, idea que podría ser esclarecedora si no llevara un nombre tan irremediablemente anquilosado. Dicho de un modo más sencillo y probablemente más verdadero, la raíz del hombre no está dentro de los hombres como la de las cosas, sino entre ellos. Lo humano es lo que sucede entre nosotros, y a eso bien se le puede llamar social en el sentido escueto de que no es aislado e individual, encerrado en sí: de que no es en-sí.

Pero si lo humano es lo que circula más aún que lo que sucede entre nosotros, eso significa que de una manera o de otra está fuera de nosotros. En realidad está dentro y fuera al mismo tiempo, porque una vez más el dentro del hombre no es el dentro de las cosas, pero es necesario que esté fuera si ha de estar al alcance de todos. Y entonces lo que hay entre nosotros siempre puede tomar el sentido de lo que nos es exterior, de algo ajeno y que nos desprecia, de una exterioridad que fácilmente se presenta en la figura de lo impenetrable, lo inaccesible, lo inabordable. Ese espacio común, que no pertenece a nadie en particular, ni a cada uno en particular, constantemente se nos está haciendo ajeno; la circulación viva que era nuestro medio natural se vuelve movimiento mecánico, instrumental, cuando no simplemente inmovilidad, rigidez.


Tomás Segovia en una conferencia sobre la figura de Ramón Gaya en Fundación Cajamurcia.
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Palabra del día: TIFOSI

5 comentarios:

Mari dijo...

¿Y todo esto sólo por mudarte de casa?
Bueno, y ahora en serio: ¿por qué lo ajeno nos desprecia?

kuki dijo...

Porque no se interesa por nosotros, pero viceversa sí.

Estoy a dos días de mi 'salto' definitivo, Mari :)

(La calle de mi nueva casa lleva el nombre de un escritor y periodista murciano; a ver si así se me pega algo)

Mari dijo...

"Pero viceversa sí", o sea, que si nosotros, que somos lo ajeno de lo ajeno, sí que nos interesamos por ello; esto quiere decir que lo ajeno sí que se interesa por lo ajeno, y por lo tanto no lo desprecia.

Por un momento pensé que tu calle se llamaba Arturo Pérez Reverte, pero luego pensé que lo ajeno no considera a este señor ni periodista, ni escritor ni murciano. Yo sí, porque soy lo ajeno de lo ajeno.

Por cierto, ¿leíste un artículo suyo sobre la muy noble casta política española, llamado "ESA GENTUZA"? No te digo más.

Besos en tu nuevo hogar, ¿o te pillo saltando? Bueno, pues besos del Circo del Sol.

kuki dijo...

Todo esto se ha tornado un poco 'la parte contratante de la primera parte será considerada como la parte contratante de la primera parte'... Lo ajeno de lo ajeno entre nosotros y lo ajeno, ¿lo meta-ajeno? Mari, pensaré en esto, que vas más rápido que yo [lo cual me encanta*].

Pues sí, hoy estoy en el Circo del Sol pero creo (si las nuevas tecnologías me lo permiten, porque la mudanza ya está hecha) que esta noche es el primer día de OTRA vez OTRA nueva fase del resto de mi vida ;)

Besos desde lo... ¿qué es lo contrario de ajeno?... Besos desde lo propio.


*La expresión 'me encanta' ya va intrínsecamente relacionada a María Elena, cuando nos ciberconocimos a través del blog chinorri.

Maria Elena dijo...

Todo esto es demasiado elevado para mi (gemelo de Mari) corazón zencillo. De momento me quedo con "lo humano es lo que sucede entre nosotros", y lo demás (yo también) lo acabaré de pensar mañana.

Y, por alusiones, ¡cómo me encantáis ambas!