M.A.

Ayer vi su sonrisa y su piel brillante, su pequeña cicatriz en el cuello, su eterno carricoche en la mano. Iba de rojo, como a ella le gusta, pero tardé en reconocerla al otro lado del paso de cebra. Había mucha gente, yo estaba cansada... todos eran demasiados.

Por eso me gustó verla.

Porque sonrisa, brillo y cicatriz siempre son lo mejor que a una le puede esperar al otro lado de la acera. Hay gente que tiene eso... que te iluminan el cansancio.
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Palabra del día: MIAMI (uno de esos lugares que no me atraen nada)