Lo intento. En cierta manera hasta lo consigo; si dijera que voy en círculo -sin más- mentiría... que, por cierto, tampoco se me da tan mal. Y luego están los días de lluvia, los de café descafeinado por favor, los de un poco de odio en las entrañas, los de detrás de un te quiero siempre hay un desolado quiero que me quieras. Eso lo dijo Aute que, como me pasa últimamente con todo, a veces pienso que es un crack y, otras veces, que es un gilipollas.
La canción -de nuevo, de nuevo, de nuevo- es esta.
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Palabra del día: Número FI (Número áureo)
2 comentarios:
:) Nada mejor para esta lluvia interminable que me está calando (por dentro y por fuera) en mi vuelta fugaz a esta ciudad.
(Satie, digo, no Aute, que, aunque tiene canciones preciosas, en directo desafina como él solo).
(a veces los círculos se convierten en espirales)
Miguel, ¿a ver si has sido tú el que ha traído las lluvias estas canadienses?
Me alegra saber que estás por 'esta ciudad'. Ya ves tú, que no cambia nada, podría cruzarme contigo por la calle y no sabría quién eres, pero bueno... Volver -aunque sea fugaz- siempre tiene su punto. Esas cosas que no dejan indiferente...
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